
Cuando se lanzó el proyecto de dar ordenadores a niños por sólo $100, proyecto llamado One laptop per child (OLPC), se preguntó mucho sobre cómo se iba a hacer, quién participaría y qué harían las empresas del sector con el peligro potencial de un ordenador tan barato.
Parecía que los grandes del sector no contraatacaron, ni criticaron, más bien, lo ignoraron, aunque algunos, como Intel, decidieron participar. El anuncio de su participación le trajo una inyección de buenas noticias alardeando su responsabilidad social y su moralidad.
Con el tiempo se vio que no era tan fácil llegar a ese costo tan bajo y este subió a $188 por cada ordenador. Además, se les ocurrió la idea de cómo pagarlo, el dos por uno. Es decir, los compradores del primer mundo compraría dos ordenadores y uno de ellos se regalaría a un niño del mundo pobre.
Ver Artículo completo.
