
Hace unas semanas hablamos de las apariencias de conflictos de interés cuando personas que ejercen una posición influyente en el gobierno o en la administración pública toma un puesto en el sector privado.
Está claro que profesionales tanto del sector público como del privado deben tener el derecho de ejercer su profesión y hay que ser lo mas flexibles posibles, ya que tienen el derecho de trabajar y lo más normal es que reciban más y mejores ofertas de trabajo en lo que más saben y donde más experiencia tienen.
Acabamos de ver un caso que es claramente cuestionable y que demuestra la necesidad de hablar de estos temas. Francisco Gil Díaz, el ex titular de la Secretaría de Hacienda de México y anteriormente en el Banco de México, acaba de aceptar un puesto en el Consejo de Administración del banco inglés con fuerte presencia en México, HSBC Holdings.
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