El cambio climático, que parece un hecho, aunque todavía haya algunas discrepancias acerca de su origen, esta ya teniendo efectos en determinados sectores económicos y se prevé que esta tendencia no haga más que intensificarse en los próximos años.
Uno de los efectos más conocidos ha sido en el sector de las llamadas nuevas energías y energías renovables. El efecto ha sido muy positivo ya que un gran número de compañías operando en nuevas tecnologías como eólicas, solares, biocombustibles, etc. han florecido al calor de las buenas perspectivas, las ayudas públicas y el encarecimiento de las materias primas energéticas tradicionales como el petróleo y el gas.
Un número creciente de estas compañías ha pasado a cotizar en bolsa y han disfrutado de importantes revalorizaciones en los últimos años. Las gestoras de fondos de inversión, incansables y activas buscadoras de nuevas oportunidades de inversión, no han sido ajenas a los hechos y han lanzado productos que invierten en este tipo de acciones. Como pudiera esperarse fueron algunas de las gestoras más grandes e internacionales, o bien de las más sofisticadas, las pioneras.
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