
Los planes gubernamentales de incrementar la potencia instalada hasta los 40.000 megavatios en 2020, la creciente demanda exterior, una destacada presencia internacional y una política tarifaria de primas han impulsado la creación de un floreciente tejido empresarial.
El boom que la energía eólica está protagonizando en los último años (impulsada por los planes gubernamentales de potenciar las renovables, el encarecimiento del crudo y un marco tarifario con primas a la generación) ha tenido un efecto arrastre sobre un tejido empresarial que ha ido en constante crecimiento a lo largo de los últimos ejercicios.
De acuerdo con los datos de la Asociación Empresarial Eólica (AEE), el sector en España ya agrupaba, a comienzos del presente ejercicio, a más de 630 compañías que generan más de 46.000 empleos entre operadoras de parques, promotoras, fabricantes, ingenierías, empresas de servicios y una industria auxiliar de componentes.
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