Thursday, September 07, 2006

¡El jefe está dentro de mi ordenador!


Ya no volverá el jefe a mirar por encima del hombro de sus empleados mientras trabajan frente al ordenador con el objetivo de fiscalizar lo que están haciendo: ¿concentrados o perdiendo el tiempo en Internet?

Las empresas cuentan hoy con armas más efectivas para saber si sus trabajadores envían correos electrónicos personales en horario laboral o navegan por páginas que nada aportan al informe que tendrían que haber entregado ayer. Pero existen límites.

Los registros de las cuentas de email profesionales, de los números a los que llaman los trabajadores desde el teléfono de su mesa o la fiscalización de las direcciones de Internet no son medidas ilegales.

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