Friday, September 15, 2006
“Los poderosos, cuando desconectan de la realidad, acaban creyéndose iluminados”
Su abuelo publicaba en 1946 "Locos Egregios"; en los ?80, su padre publicó también "Locos Egregios"; y en 2006 usted publica "Locos de la Historia". ¿Se trata de una saga familiar de historia y psiquiatría?
Mi libro no es exactamente igual, aunque toma el tema que inició mi abuelo y desarrolló después mi padre. El de mi abuelo es casi un diccionario, porque cuando lo escribió estaba investigando la línea finísima entre la genialidad y la locura, y por eso aparecen en su libro muchos genios de la música, la literatura y el arte. El de mi padre explora ya otros ámbitos, el político entre ellos. Yo rindo tributo a ambos, para que, allá donde estén, vean que lo que me enseñaron no ha caído en saco roto.
¿Alguno de los personajes tomados por locos en la Historia estaba menos loco de lo que parecía?
En mi libro hablo de una de ellos, Mesalina, la esposa del emperador Claudio. Ha pasado a la Historia como una enferma de sexo, cuando en realidad no fue así; en un tiempo en el que las mujeres no tenían derecho a nada, Mesalina quiso tener los mismos privilegios que los hombres. Sus antecesoras y sucesoras en este anhelo hicieron lo mismo que ella, pero de una forma más oculta; ella actuó de manera abierta y pública y se la tachó de enferma. Creo que fue una mujer muy valiente.
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