La presidencia del Banco Mundial (BM) continúa en el punto de mira del mundo.
Hace varias semanas estalló el caso del presidente del Banco Mundial, Paul Wolfowitz, como consecuencia de que su novia también trabajaba en el banco y este la concedió un aumento importante salarial y de condiciones, aumentos que llevó consigo a su nuevo puesto fuera del BM.
Sr. Wolfowitz negó trato de favores, alegando que los comités internos estaban de acuerdo con el y, aunque estos lo negaron, el consejo del BM le permitió dimitir sin admitir culpabilidad. A mi me pareció que estaba claro que la actuación de Paul Wolfowitz fue completamente inapropiada. Como había perdido credibilidad y autoridad moral concluimos que Sr. Wolfowitz debería dimitir.
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