Wednesday, October 24, 2007
AL: democracia con extrema desigualdad
Los cambios económicos se suceden en algunos países de América Latina (AL). Los costarricenses votaron ayer en un referéndum inédito en la región, con pronóstico dividido, sobre si quieren un tratado de libre comercio con EE UU, lo que sugiere que los antecedentes no han dado beneficios nítidos para las poblaciones, como se esperaba del librecambismo teórico. El presidente de Ecuador, Rafael Correa, nada más ganar las elecciones para formar una Asamblea Constituyente, ha tomado una medida revolucionaria: el Estado se quedará con el 99% de las ganancias por los ingresos extraordinarios que las empresas petroleras perciben de las subidas en el precio del crudo, lo que afecta no sólo a los resultados de esas compañías, sino a la seguridad jurídica de los contratos. Correa sigue la estela de Hugo Chávez y Evo Morales.
Hace unos meses, el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, reveló una conversación con el presidente venezolano, en la que Chávez le dijo: "Yo no soy la causa, sino la consecuencia" [de lo que está pasando]. Cualquier análisis que se haga ha de tener en cuenta tres realidades geopolíticas, que se dan al mismo tiempo en la zona: democracia, pobreza y extrema desigualdad. Con la excepción de Cuba, las reglas e instituciones son ahora básicamente similares a las del resto de las democracias (sin discutir en este momento los aspectos relacionados con su calidad); sólo los países agrupados en la OCDE comparten este rasgo. Se trata de un avance histórico en una región martirizada por los golpes de Estado militares.
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