
La última moda en RRHH era quejarse de la llamada Generación Y. Hablamos de los jóvenes que se incorporan actualmente al mundo laboral. Les disgusta el que no respondan a sus estímulos tradicionales: el sueldo, la carrera profesional, el compromiso con la empresa,...vamos, la realización de la persona como fruto de su éxito laboral. Les parecen flojos. Quizás ello se deba a que es una generación que ha crecido en un marco de pleno empleo, de fuerte crecimiento económico y con unas expectativas muy altas. Los chicos de RRHH deberían leer a Maslow.
En muchas de los puntos que critican a la Generación Y puedo coincidir, pero cuando leo reportajes como el de El Economista sólo puedo pensar en que son unos incapaces de primera. Incapaces de gestionar si no es desde la obediencia y la sumisión absoluta. Titulan: “La otra cara del talento: Cuando el empleo chantajea a la empresa”. Casi me echo a llorar.
Ver Artículo completo.