Thursday, May 15, 2008
La agricultura moderna conduce al desastre ambiental y humano
Entre 1960 y 2000 la población mundial se duplicó al pasar de 3.000 a 6.000 millones de personas, mientras la producción de alimentos se incrementó en 2 ½ veces. Los beneficiarios de esta munificencia saben que sus alimentos son seguros y variados. Sin embargo, esos beneficios estás distribuidos desigualmente y llegan a un precio cada vez más alto para los pequeños agricultores, los trabajadores, las comunidades rurales y el ambiente. Por lo tanto, es necesario un cambio en la ciencia y en la tecnología de la agricultura, escribe Hans R. Herren, copresidente de la Evaluación Internacional de la Ciencia y la Tecnología Agrícolas para el Desarrollo (IAASTD) y presidente del Millenium Institute.
Una de las conclusiones de un estudio elaborado durante cuatrro años por la IAASTD es que los países más pobres del mundo son netos perdedores en la mayoría de los escenarios de la liberalización comercial. Identificamos algunas "actitudes políticas y económicas conflictivas". Específicamente, ello se refiere a los muchos países desarrollados que se oponen profundamente a cualquier cambio en los regímenes de comercio o en los sistemas de subsidios. Sin reformas en estos aspectos muchos países más pobres tendrán tiempos muy difíciles porque necesitan en primer lugar proteger su propio desarrollo.
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